Tipos de riesgos (contacto, conducta, contenido y contrato)

Los riesgos en línea que las niñas, niños y adolescentes pueden experimentar están clasificados en cuatro tipos:

  1. Riesgos de contenido: cuando las niñas, niños y adolescentes interactúan o están expuestos a contenido que puede resultar dañino como contenidos violentos, racistas, con información extremista o falsa.
  2. Riesgo de contacto: cuando las niñas, niños y adolescentes experimentan con o son contactados por adultos de manera perjudicial para acoso sexual o grooming.
  3. Riesgo de conducta: cuando las niñas, niños y adolescentes presencian, participan o son víctimas de conductas potencialmente dañinas entre sus pares, como el acoso escolar (bullying, cyberbullying) o la comunicación hostil o violenta.
  4. Riesgo de contrato: cuando las niñas, niños y adolescentes son parte o son explotados mediante contratos potencialmente perjudiciales que implican el robo de identidad, actividades de fraude, hacking o extorsión.

Existen otros tipos de riesgos en línea que pueden ser transversales como la violación a la privacidad, violación a la imagen (relacionada con el uso sin autorización de fotografías o videos de una niña, niño o adolescente sin el debido consentimiento afectando la imagen de esa persona), riesgos de tipo mental (problemas asociados a estados de depresión o ansiedad), riesgos físicos y experiencias de discriminación o de desigualdad.

A continuación, detallaremos los diferentes tipos de riesgos según las etapas de desarrollo o el curso de vida de niñas, niños y adolescentes.

De 0 a 3 años

Los riesgos en los primeros tres años de vida están asociados principalmente a riesgos relacionados con problemas de desarrollo en términos de lenguaje, atención, concentración y tener menos actividad física.

A pesar de los pocos estudios relacionados con el estudio causal de estos riesgos en relación con las pantallas, la recomendación de la Asociación Americana de Pediatría es evitar la exposición a pantallas y dispositivos digitales, porque aún no conocemos a cabalidad los impactos que esto pueda tener en edades tempranas.
Aunque no hay pruebas claras de que las pantallas causen problemas en el desarrollo infantil, sigue siendo una preocupación que puedan estar relacionadas. Además, la falta de control sobre el uso del mundo digital, que tanto las niñas y niños como padres y madres pueden tener, hace que las y los más pequeños sean más vulnerables a ciertos riesgos.

Si usted es madre, padre o cuidador de una niña o niño de 0 a 3 años, tenga en cuenta estas 3 recomendaciones:

1. Considere si el uso de pantallas (televisión, Tablet, celular) ocupa mucho tiempo en la vida de su hija o hijo. Si, por ejemplo, eso puede estar afectando la hora de la siesta, la alimentación, el sueño o sus horas de juego.

2. Sea precavido al usar el celular o las pantallas en general cuando está al cuidado de su hija o hijo, ya que esto puede reducir la calidad y la atención que le brinda.

3. Las pantallas no pueden sustituir el acceso a juguetes, espacios de recreación como parques, espacios al aire libre y de personas disponibles para su cuidado.

Otros riesgos asociados, que pueden darse en todas las edades, tienen que ver con:

El uso de la imagen en redes sociales de la niña o niño sin su consentimiento y sin tener en cuenta su huella digital

Contaminación electromagnética: la discusión sobre la contaminación electromagnética y su impacto en la salud infantil sigue siendo compleja. Aunque hay preocupaciones legítimas sobre el uso prolongado y cercano de dispositivos electrónicos, al día de hoy no hay suficiente evidencia científica, por lo que se recomienda a madres, padres y cuidadores ser precavidos con la exposición prolongada a redes wifi y celulares, especialmente en la habitación y la hora de dormir.

Diseño digital inapropiado: es importante conocer las aplicaciones o plataformas utilizadas para sus hijas e hijas y que estan sean apropiadas en términos de edad. Lo anterior asegura que respondan a sus necesidades de desarrollo cognitivo y socioemocional (en desarrollo del lenguaje, interacción social, autorregulación y control inhibitorio).

2. Utilicen una agenda visual

De 3 a 6 años

● Contenidos no apropiados a su edad

En esta franja de edad, las madres, padres y cuidadores deben tener cuidado especialmente con los riesgos asociados a contenido no deseados. Una experiencia negativa relacionada con los contenidos se debe a tres causas asociadas:

Alta carga emocional que inunda al niño con sensaciones y emociones desproporcionadas en comparación con su vida diaria

Dificultad de la niña o el niño para darles sentido, ya que a menudo está solo frente a la pantalla o con niñas o niños de su edad (hermanos, primos)

Dificultad para gestionar esta situación, la cual puede ser potencialmente traumática

En las niñas y los niños más pequeños, esta experiencia negativa al ver un contenido con una alta carga violenta por ejemplo, puede ser difícil de manejar si no hay una cuidadora o cuidador acompañando la situación y explicando al niño lo sucedido.

Limitación de alternancia en las actividades cotidianas Puede darse el caso que el tiempo frente a las pantallas sustituya los espacios al aire libre, el juego o la actividad física.

Diseño de las plataformas: elementos como la reproducción automática de videos, el desplazamiento infinito y el contenido sugerido pueden hacer que las niñas y niños, con su capacidad para controlar impulsos aún en desarrollo, tengan dificultades para desconectarse. Esto aumenta el riesgo de que se expongan a contenidos o interacciones inadecuadas o peligrosas.

Exposición a contenido inapropiado: Los algoritmos de las plataformas no siempre filtran de manera adecuada, lo que puede exponer a las niñas y niños a material no apto para su edad, como violencia, contenido sexual o mensajes de odio. Aunque existen controles parentales, ningún filtro asegura una protección del 100%.

Contenido publicitario. Teniendo en cuenta que hoy en día la publicidad y estrategias de marketing son cada vez más atractivas e invisibles, esto puede influenciar los gustos y relaciones con el mundo de niñas y niños.

Otros riesgos asociados, que pueden darse en todas las edades, tienen que ver con:

El uso de la imagen de la niña o niño en redes sociales sin su consentimiento y sin tener en cuenta su huella digital

Contaminación electromagnética: la discusión sobre la contaminación electromagnética y su impacto en la salud infantil sigue siendo compleja. Aunque hay preocupaciones legítimas sobre el uso prolongado y cercano de dispositivos electrónicos, al día de hoy no hay suficiente evidencia científica, por lo que se recomienda a madres, padres y cuidadores ser precavidos con la exposición prolongada a redes wifi y celulares, especialmente en la habitación y la hora de dormir.

De 6 a 9 años

Contenidos no apropiados a su edad

● Debido al nivel de contenidos violentos en muchas plataformas, es importante respetar las edades recomendadas para los programas y videojuegos. En este caso se habla de un riesgo de contenido, es decir que la niña o niño accede a un material que puede generar molestia por su contenido violento o sexual. Es esencial fomentar el diálogo en familia para que la niña o niño pueda dar sentido a lo que ha visto y sentido.

● Espacios relacionados con noticias (radio, televisión, redes sociales) debe evitarse antes de los 6 años y, cuando se vea o escuche, debe ir acompañado de la orientación de las madres, padres y cuidadores.

● El contenido publicitario y las estrategias de marketing son cada vez más atractivas e invisibles, esto puede influenciar los gustos y relaciones con el mundo de niñas y niños.

● Riesgo de conducta

El acceso a Internet en estas edades, especialmente a redes sociales, puede confundir dos referencias esenciales que la niña o niño está desarrollando: la distinción entre espacio íntimo y público, y la noción de punto de vista.

La primera se adquiere alrededor de los siete u ocho años y es crucial para evaluar los contenidos en línea y decidir qué se puede mostrar de uno mismo.

La noción de punto de vista permite comprender que diferentes personas pueden tener opiniones distintas sobre un mismo tema, lo cual es fundamental para navegar por Internet de manera segura. Antes de navegar por su propia cuenta en Internet, la niña o niño debe interiorizar estos conceptos para disminuir los riesgos en línea.

9 a 12 años

En estas edades las niñas y niños pueden exponerse a los tipos de riesgos que hemos señalado (contenido, conducta, contacto y contrato). Disminuir los riesgos en estas edades está relacionado con el nivel de acceso que puedan tener (a celulares, Internet, redes sociales) y al acompañamiento de madres, padres y cuidadores frente a lo que hacen en Internet.

Contenidos no apropiados a su edad: debido al nivel de contenidos violentos en muchas plataformas, es importante respetar las edades recomendadas para los programas y videojuegos. En este caso se habla de un riesgo de contenido, es decir que la niña o niño accede a un material que puede generar molestia por su contenido violento o sexual. Es esencial fomentar el diálogo en familia para que la niña o niño pueda dar sentido a lo que ha visto y sentido. Aunque existen controles parentales, ningún filtro asegura una protección del 100%.

Diseño de las plataformas: elementos como la reproducción automática de videos, el desplazamiento infinito y el contenido sugerido pueden hacer que las niñas y niños tengan dificultades para desconectarse. Esto aumenta el riesgo de que se expongan a contenidos o interacciones inadecuadas o peligrosas.

Limitación de alternancia en las actividades cotidianas: puede darse el caso que el tiempo frente a las pantallas sustituya los espacios al aire libre, el juego o la actividad física.

Contenido publicitario: hoy en día la publicidad y estrategias de marketing son cada vez más atractivas e invisibles, esto puede influenciar los gustos y relaciones con el mundo de niñas y niños.

Dinámicas presentes en las redes sociales: En la preadolescencia, los niños se vuelven muy sensibles a lo que piensan sus amigos y a sentirse validados por ellos. Por eso, cosas como los “me gusta”, las reacciones, los seguidores, los filtros y el tipo de contenido que ven o publican en redes sociales pueden influir mucho en ellos.

Esta comparación constante con otros puede generar presión, afectar su autoestima, su forma de verse a sí mismos y, en algunos casos, su salud mental. Es importante hablar con ellos sobre estos temas y ayudarlos a entender que su valor no depende de lo que ocurre en las redes.

Otros riesgos asociados, que pueden darse en todas las edades, tienen que ver con:

El uso de la imagen de la niña o niño en redes sociales sin su consentimiento y sin tener en cuenta su huella digital.

Contaminación electromagnética: la discusión sobre la contaminación electromagnética y su impacto en la salud infantil sigue siendo compleja. Aunque hay preocupaciones legítimas sobre el uso prolongado y cercano de dispositivos electrónicos, al día de hoy no hay suficiente evidencia científica, por lo que se recomienda a madres, padres y cuidadores ser precavidos con la exposición prolongada a redes wifi y celulares, especialmente en la habitación y la hora de dormir.

En la sección de Prevención y Manejo ampliaremos la información sobre las acciones que pueden poner en marcha para prevenir los riesgos en línea.

De 12 años en adelante

En estas edades las niñas y niños pueden exponerse a los tipos de riesgos que hemos señalado (contenido, conducta, contacto, contrato). Disminuir los riesgos en estas edades está relacionado con el nivel de acceso que puedan tener (a celulares, Internet, redes sociales) y al acompañamiento de madres y padres frente a lo que hacen en Internet.

En la sección de Prevención y Manejo ampliaremos la información sobre las acciones que pueden poner en marcha para prevenir los riesgos en línea.