Prevención y protección

¿Cómo puedo acompañar a mi hija o hijo en su relación con el Internet?

Para acompañar la relación de su hija o hijo con el Internet y los dispositivos digitales hay tres estrategias que puede tomar en consideración, independientemente de las edades o etapas del desarrollo.

1. Ser ejemplo.

La manera como las mamás, papás y cuidadores utilizan los dispositivos personales, la frecuencia del uso que hacen del Internet y los contenidos que allí se consumen serán el primer ejemplo y aproximación que su hija o hijo tiene sobre el Internet.

Situaciones como: comer viendo el celular, tener dificultad para desconectarse, revisar constantemente los dispositivos personales, e incluso sobreexponer su vida privada en redes sociales va a tener efectos en la relación que más adelante su hija o hijo establezca con el Internet.

En ese sentido, ser un ejemplo positivo haciendo un uso adecuado y regulado del Internet y los dispositivos digitales es uno de los primeros pasos para acompañar a su hija o hijo en su relación con el Internet.

2. Normas claras

Entendiendo que cada familia es diferente y tiene lógicas distintas, es posible establecer normas comunes en el hogar relacionadas con los tiempos de conexión y desconexión de Internet y dispositivos digitales desde las primeras edades. Es importante que estas normas sean comunicadas de forma clara y que puedan ser cumplidas por todas y todos los miembros de la familia, y en lo posible también, que puedan tener coherencia en su red de apoyo familiar (abuelas, abuelos, tías, tíos, entre otros).

Esta estrategia tiene como función establecer bases de regulación en los tiempos de conexión, que más adelante le permitirá a su hija o hijo desarrollar estrategias de autorregulación en relación con los tiempos y lugares de conexión a Internet y demás dispositivos digitales.

Las normas de uso del Internet y de dispositivos personales pueden estar relacionadas con:

– Los tiempos y momentos del día en los que estaremos conectados a Internet
– Los lugares en la casa (y en otros espacios frecuentados, como el carro, las reuniones familiares, etc.)
– Las razones de uso (para estudiar, para hablar con amigos y familiares, para diversión)

Estas normas no tienen que ser estáticas, a cualquier edad estas reglas pueden cambiar si aquellas inicialmente establecidas no han tenido los resultados esperados. La flexibilidad en las normas y acuerdos no implica la ausencia de límites, sino de encontrar un equilibrio entre la protección de las niñas, niños y adolescentes y el desarrollo de su autonomía. La flexibilidad con las normas es un factor clave ya que se trata de un mundo digital cambiante (cada día aparecen nuevos dispositivos y nuevas aplicaciones, por ejemplo) y su hija o hijo también irá creciendo y viviendo nuevas etapas en su vida.

3. Diálogo y espacios compartidos

El diálogo es una de las herramientas más importantes que madres, padres y cuidadores pueden usar para guiar y acompañar a sus hijos en el uso de las pantallas e Internet. Hablar con ellos de manera abierta les ayuda a entender los riesgos, a tomar decisiones responsables e incluso, a fortalecer la confianza entre ustedes.

Conversar con su hija o hijo sobre lo que le gusta hacer o los contenidos que ve en Internet es un primer paso para establecer una relación basada en el diálogo y el acompañamiento seguro. De igual manera, poder compartir espacios donde ven juntos algún contenido (videos, canciones, videojuegos, películas, etc.) y conversar sobre ello, permite construir una relación de confianza sobre lo que su hija o hijo puede encontrar en Internet, sea esto relacionado con los riesgos en línea o con las oportunidades.

A continuación, te compartimos algunas preguntas que puede hacer para iniciar esta conversación y conocer su mundo digital:

– ¿Qué fue lo más divertido del juego en el que estuviste conectado hoy?
– ¿Qué video te pareció divertido o interesante?
– ¿Qué descubriste o aprendiste hoy en Internet?

Esta forma de acompañamiento, llamada ¨mediación activa¨, tiene efectos positivos en las niñas, niños y adolescentes no solo en la reducción de riesgos en línea y en procesos de regulación (tiempos y espacios de conexión), sino también en la comprensión de las decisiones que las madres, padres y cuidadores toman en relación con aquello que es permitido y aquello que no lo es, en relación con el uso de Internet, pantallas y demás dispositivos digitales.

¿De qué manera mi conducta en línea, como madre o padre, afecta el entorno digital de mi hijo o hija?

Su conducta en línea tiene un impacto significativo en el entorno digital de su hija o hijo. A continuación, le compartimos algunas maneras en que esto puede ocurrir:

Influencia en el comportamiento

Modelado de conducta:
Las niñas y niños aprenden observando a sus madres, padres y cuidadores. Si ven que pasan mucho tiempo conectados a Internet y a dispositivos digitales, es probable que imiten este comportamiento, lo que puede llevar a un uso excesivo de pantallas.

Normas y límites:
Tal como lo hemos mencionado en otros momentos de esta guía, establecer reglas sobre el uso de las pantallas es crucial. Si no se fijan límites claros, las niñas y niños pueden no entender lo que es aceptable, lo que podría llevar a un uso inadecuado o excesivo de las pantallas y otros dispositivos digitales.

Impacto emocional y social

● Interacciones sociales:

La falta de interacción cara a cara debido al tiempo dedicado a las pantallas puede afectar el desarrollo de habilidades sociales en las niñas y niños. Se ha demostrado que cuando los padres están haciendo uso del celular en espacios compartidos con sus hijas e hijos se disminuye el nivel de interacción, a esto se le conoce como tecnoferencia.

Seguridad digital

Exposición a contenidos inapropiados:
Si las madres, padres y cuidadores no supervisan adecuadamente su propio uso de internet y dispositivos digitales, pueden permitir que sus hijas e hijos accedan a contenidos inapropiados o peligrosos, como material violento o situaciones de ciberacoso.

Privacidad y seguridad:
La manera en que gestiona su propia privacidad en línea influye en cómo sus hijas e hijos perciben y manejan su información personal. Es fundamental enseñarles sobre la importancia de proteger su información y ser conscientes de lo que comparten.

Hoja de ruta en el acompañamiento según edades

Antes de los 3 años

Antes de los 2 años se recomienda evitar cualquier tipo de acceso a Internet y dispositivos digitales. Sin embargo, esto no significa que sus bebés no puedan tener encuentros ocasionales con familiares a través de una videollamada. En estos casos, la o el bebé estará acompañado de un adulto. Otra excepción puede ser el escuchar música desde un dispositivo (celular, tableta, computador) para lo cual también debe estar en compañía del adulto.

De 2 a 3 años se puede establecer en el hogar un espacio para ¨ver videos o televisión¨ de manera conjunta, siempre en presencia de un adulto. En preferencia, estos videos pueden estar ya precargados en listas de reproducción o en usuarios restringidos de acuerdo con la edad de la niña o niño en el dispositivo, sin necesariamente estar conectados a Internet. Nuevamente, la recomendación es hacerlo desde un televisor inteligente y no desde un celular. Si, por ejemplo, hay una serie de vídeos descargados a la vista, la niña o niño podrá escoger el video que quiere ver, lo que le da un papel activo. Posiblemente la niña o niño escogerá ver el mismo video o los mismos videos varias veces hasta aprenderlo, lo que sucede también con los cuentos . Este espacio debe ser regulado en función del tiempo y que no interfiera con la rutina y otras actividades de la niña o niño. Se trata de un espacio compartido para cantar canciones, interactuar alrededor del video, muy similar a un espacio de lectura de cuentos en voz alta.

Otros elementos que puede tener en cuenta para construir un adecuado acompañamiento:

– Número de dispositivos y lugares de la casa donde estarán ubicados. Delimitar el número de dispositivos digitales y los lugares de la casa donde están ubicados. Evitar instalar un televisor o computador en las habitaciones.

– Uso de dispositivos personales. Hacer acuerdos en familia y con las redes de apoyo disponibles (cuidadores, abuelas, abuelos, tías, tíos, primas, primos, etc.) para no hacer uso constante de los dispositivos personales en los momentos de cuidado de la niña o niño. Recuerde que el ejemplo es fundamental, ya que la niña o niño aprende por imitación.

– Televisión. Organizarse en familia y con las redes de apoyo para el consumo televisivo. Evitar que siempre esté una pantalla encendida en los espacios en los que la niña o niño juega o interactúa con su cuidadora o cuidador. Recuerde que el tener una pantalla encendida disminuye las interacciones de la niña o niño con el entorno, así como con los adultos que lo acompañan y cuidan.

– Actividades de juego tradicional y al aire libre. No olvide priorizar las actividades al aire libre y de juego tradicional durante el día, así como las interacciones con su madre, padre, cuidadora o cuidador.

De 3 a 6 años

– Regular los tiempos de conexión a Internet y dispositivos digitales

Como madres, padres y cuidadores, es importante definir el tiempo de pantalla para ver televisión o un canal de YouTube. Lo ideal es guardar la coherencia, es decir, que esta regla se mantenga con los miembros de la familia extendida (en casa de los abuelos, tíos, familiares, etc.).

Es fundamental que la niña o niño esté acompañado y se organice el tiempo de las pantallas como un espacio compartido en familia. Es importante evitar que la niña o niño se quede en una plataforma como YouTube, TikTok u otras redes sociales viendo vídeos a solas y de manera aleatoria.

Para evitar momentos de frustración o rabia frente a los tiempos de pantalla, los horarios para hacerlo deben ser creados como un hábito cotidiano y mantener coherencia entre los miembros de la familia. De igual manera, se puede anticipar que el momento de pantalla ha finalizado como, por ejemplo: recordatorios, alarmas o una canción que simbolice que el tiempo de pantalla se acabó. Estas acciones deben adaptarse a medida que la niña o niño crece y sostenerse en el tiempo.

La limitación de tiempos de pantalla debe venir acompañada de otras alternativas para divertirse o pasar el rato. Si salen de casa y deben ir a un lugar que requiere esperas (consultorio, restaurante, trayectos en carro) puede llevar juguetes o cuentos como alternativas para la espera o pasar el rato. Igualmente, comente la situación en los lugares que frecuenta para que también ofrezcan estas alternativas lúdicas a las niñas y niños.

– Contenidos acordes a la edad

Los contenidos (videos, canciones, juegos) pueden ser precargados en una lista de reproducción con anterioridad o establecer filtros de edad desde el dispositivo que la niña o niño mira los videos. Se recomienda verlos desde una pantalla de televisión y evitar que la niña o niño lo haga solo desde un celular o tableta. Si la niña o niño escoge ver un determinado tipo de contenido, la persona cuidadora que lo acompaña puede determinar si el contenido es adecuado o apropiado según la edad, y proponer otros si así lo considera. Se recomienda la creación de una ¨lista blanca¨de contenido, donde los videos o canciones ya está previamente verificados por las madres, padres o cuidadores.

Esto puede realizarse en plataformas como YouTube Kids o en Spotify.

– Videojuegos

El uso de videojuegos debe regularse en tiempos de juego, y en lo ideal, debe realizarse de manera conjunta con otros miembros de la familia. De igual manera, es importante revisar que los juegos sean acordes a la edad de la niña o niño. Anticipe el tiempo de finalización y cree el hábito de un tiempo restringido de juego digital. La anticipación puede hacerse a través de una alarma, un reloj de pared indicando el tiempo restante o puede crear un juego que indique el tiempo ha terminado sin que resulte frustrante para la niña o niño.

A esta edad, es importante elegir videojuegos que no premien a los niños por lastimar a otros personajes o personas. También es mejor evitar juegos con mucha publicidad o que tengan niveles muy altos de luces, sonidos y movimientos que puedan sobreestimularlos. Los juegos para colorear o aprender son una excelente opción para ellos en esta etapa.

– Tiempos compartidos y diálogo

Así como en la lectura en voz alta, se puede conversar sobre los contenidos vistos, tanto al momento de hacerlo, como después de hacerlo. Esto potenciará la capacidad narrativa de la niña o niño, al tiempo que establece una relación de diálogo frente a lo que se hace como familia en Internet.

– Actividades de juego tradicional y al aire libre.

No olvide priorizar las actividades al aire libre y de juego tradicional durante el día, así como las interacciones con su madre, padre, cuidadora o cuidador. Delimitar el tiempo de conexión a Internet y dispositivos digitales debe venir acompañado de otras propuestas para aprender, socializar y divertirse, por ejemplo, ir al parque, salir a tomar onces, preparar una merienda, pasear el perro, regar las plantas, armar rompecabezas, leer un cuento, entre otras.

De 6 a 9 años

Algunas de las estrategias a continuación ya han sido mencionadas en los apartados de “menos de 3 años” y “De 3 a 6 años” por lo que es importante ,hacer pequeñas adaptaciones y variaciones de acuerdo a la edad.

– Horarios y espacios para el uso de Internet y dispositivos digitales

Es importante definir horarios y lugares para conectarse a Internet y dispositivos digitales. Se puede establecer un horario que idealmente no interfiera con la rutina de su hija o hijo. Si este ejercicio lo mantiene en el tiempo, la niña o niño integrará que el Internet y dispositivos digitales son algo a lo que puede acceder durante un tiempo limitado y que es el adulto que lo acompaña quien tiene la decisión sobre esta situación. De igual manera, debemos guardar coherencia y en la medida de lo posible, cumplir los acuerdos no solo por parte de sus padres sino también por parte de sus cuidadores y familiares.

– Evitar televisión y computador (y demás dispositivos) en la habitación

Se recomienda dar preferencia a un espacio de la casa compartido para hacer uso del Internet y dispositivos digitales. Esto promueve un hogar más libre de pantallas y facilita que el uso de las mismas se haga de manera compartida y no, en todo momento o a cualquier hora.

– Pertinencia de los contenidos de acuerdo a la edad

Los contenidos que su hija o hijo mire en Internet (canciones, videos, contenidos creados por influenciadores, películas, etc.) deben ser adecuados para su edad. Para esto, lo mejor es establecer parámetros de edad en los espacios digitales que su hija o hijo utiliza para ver los videos de su preferencia.

Los criterios de edad también deben ser tenidos en cuenta para los videojuegos y aplicaciones. Para esto, lo mejor es conocer (y en la medida de lo posible ver juntos) los contenidos, videos, videojuegos, películas que sus hijas e hijos prefieren. De igual forma, garantizar que la fuente (origen, canal, plataforma, etc.) sea confiable y tenga disposiciones de acuerdo a las edades.
Algunas herramientas en las que usted se puede apoyar para identificar la clasificación de los contenidos son:

PEGI (Pan European Game Information)

● PEGI es un sistema de clasificación de videojuegos utilizado en muchos países europeos. Proporciona etiquetas de edad (3+, 7+, 12+, 16+, 18+) y advertencias sobre el contenido del juego, como violencia, miedo, drogas, etc.4.

ESRB (Entertainment Software Rating Board)

● ESRB es un sistema de clasificación de videojuegos utilizado en América del Norte. Ofrece etiquetas de edad (E para Everyone, E10+ para Everyone 10 and older, T para Teen, M para Mature, AO para Adults Only, RP para Rating Pending) y contenido descriptivo (como violencia, sangre, lenguaje fuerte)4.

Common Sense Media

● Common Sense Media es una organización que proporciona reseñas y clasificaciones de medios digitales, incluyendo juegos, aplicaciones y programas de TV. Ofrece una evaluación detallada del contenido, incluyendo factores como violencia, sexo, lenguaje y aprendizaje

– Tiempos compartidos y diálogo

Es fundamental compartir tiempo conjunto para ver los contenidos que su hija o hijo prefiere. De igual manera conversar sobre lo que se ve y lo que se considera no apto es parte fundamental del acompañamiento.

A medida que la niña o niño crece, el acompañamiento hacia la protección no solo debe estar acompañado de acciones sino también de las razones por las cuales ella o él debe también aprender a protegerse. Puede utilizar ejemplos, palabras sencillas y también comparar lo que sucede en el mundo en línea con lo que muchas veces sucede en la calle. Son espacios en donde hay que cuidarse, acompañarse de un adulto y aprender a protegerse a navegar.

Derecho a la imagen y la privacidad

De acuerdo con el psicólogo canadiense Serge Tisseron , este es un buen momento para comenzar a conversar sobre la importancia de su imagen y privacidad. No es necesario que la niña o niño frecuente una red social para hacerlo. Todo lo contrario, poder conversar sobre estos temas, puede evitarle problemas a futuro. Para esto, Serge Tisseron propone realizar actividades en familia como ¨la creación de un álbum familiar¨o ¨salir a tomar fotos¨ y luego conversar sobre las fotos tomadas y escogidas para el álbum, las personas que incluimos y si les pedimos permiso de usar su imagen. De igual manera, es un buen momento para conversar sobre la publicidad y la gratuidad de las aplicaciones utilizadas.

– Actividades de juego tradicional y al aire libre. No olvide priorizar las actividades al aire libre y de juego tradicional durante el día, así como compartir con la persona cuidadora (mamá, papá, abuela, abuelo, tía, tío, prima, primo, etc.). Delimitar el tiempo de conexión a Internet y dispositivos digitales debe venir acompañado de otras propuestas para aprender, socializar y divertirse, por ejemplo, salir a caminar o al parque, preparar una receta, leer un cuento, colorear o hacer manualidades, juego de roles, entre otros.

De 9 a 12 años

– Uso de celulares

En esta franja de edad las madres, padres y cuidadores deben discutir y conversar sobre si su hija o hijo tendrá su propio celular. Esto no implica que es necesariamente la edad indicada para hacerlo, pero esta situación puede presentarse en la familia. Es importante informarse oportunamente sobre los riesgos y oportunidades que esto puede tener. De igual forma, aplicar las normas y reglas ya establecidas para los tiempos y lugares de uso. Lo anterior debe ser coherente y respetado por todas y todos los miembros de la familia. Comunique de forma clara y asertiva las reglas y normas de uso. No dude en realizar cambios y ajustes cuando lo considere necesario.

– Reglas y acuerdos en relación con el uso de Internet y dispositivos digitales

Defina horarios y lugares para la conexión a Internet y dispositivos digitales. Evite el uso de dispositivos en la habitación y en ciertos horarios. Converse con su hija o hijo formas y mecanismos de regulación, que lo pueden acompañar hacia una autorregulación y autoprotección. Por ejemplo, ¿qué otras actividades pueden realizar para entretenerse o socializar?, ¿qué medidas podemos emplear para no usar el celular al momento de las comidas?, ¿qué puedo hacer para no quedarme en la noche viendo cosas en Internet y desconectame sin problema?

– Contenidos de acuerdo a la edad

Es importante revisar que los contenidos (videos, canciones, videojuegos, películas, series) sean apropiados para la edad. De igual manera, consulte si las aplicaciones descargadas se ajustan a la edad de sus hijas e hijos.

Las clasificaciones por edad incluyen categorías como “Todas las edades”, “Mayores de 7 años”, “Mayores de 12 años”, “Mayores de 16 años” y “Solo para adultos”, indicando el nivel mínimo de madurez necesario para usar la app. Estas guías le ayudarán a tomar decisiones informadas sobre qué contenido es seguro y apropiado para su hija o hijo.

Puede encontrar la clasificación de una app en su página de detalles, justo debajo del título. Si presiona “Leer más” en la sección “Más información”, podrá ver los motivos de la clasificación, como contenido sexual, violencia, lenguaje inapropiado, o referencias a drogas o juegos de apuestas.

En la tienda Google Play, las aplicaciones y juegos tienen clasificaciones de contenido que ayudan a las madres y padres a saber si son adecuados para sus hijas e hijos. Estas clasificaciones son definidas por organizaciones internacionales como la Coalición Internacional de Clasificación por Edad (IARC) y, en algunos casos, por entidades locales como el Comité de Administración y Clasificación de Juegos (GRAC) en Corea del Sur.

– Tiempo compartido y diálogo

Se mantiene la rutina de compartir espacios donde se ven películas, series, videos, canciones de manera conjunta. Conozca las preferencias de su hija o hijo en relación con los contenidos digitales que consume. Es posible que no todo lo que vea en Internet lo haga en su casa, sino en compañía de amigos, familiares, en otros espacios y lugares, por lo tanto estar abierto a dialogar y compartir sobre lo que se ve es fundamental para acercarse al mundo digital de su hija o hijo.

En estas edades, establezca conversaciones en familia orientadas a la autoprotección.

A continuación, le proponemos algunos puntos que puede tener en cuenta:

o Derecho a la imagen y privacidad

Inicie o continúe la conversación sobre el valor de la imagen, la privacidad y cómo esta puede ser cuidada en espacios públicos como en Internet. También es una buena oportunidad para hacerle saber que mucho de lo que allí se encuentra no es una fiel copia de la realidad.

o ¿Puedo confiar en esa información?

Es probable que su hija o hijo busque información en Internet para hacer tareas o aprender sobre temas que le interesen. Acompáñelo a verificar la información que allí encuentra y busquen ejemplos de manera conjunta de casos de páginas de información falsa para que aprenda a identificarlas.

o Publicidad y cómo aparece en cualquier parte y en cualquier momento
Converse sobre la presencia de la publicidad en los sitios en línea, videos y aplicaciones utilizadas por su hija e hijo pues no siempre es fácilmente identificable y pueden estar expuestos sin darse cuenta. Muéstrele opciones para reconocerla o evadirla en caso de ser necesario.

De 12 años en adelante

Su hija o hijo adolescente probablemente busca tener independencia en su mundo digital. Es posible que use el Internet para estudiar, aprender, socializar y divertirse. Como en otros aspectos de su vida, quiere tener privacidad y poder de decisión sobre lo que hace.

El celular es un dispositivo propio que tiene muchas significaciones y es posible que a esta edad, las y los adolescentes soliciten a sus madres y padres tener el suyo propio.

Es importante informarse oportunamente sobre los riesgos y oportunidades que esto puede tener. De igual forma, aplique las normas y reglas que ya ha venido estableciendo para los tiempos y lugares de uso de las pantallas. A pesar de que el celular propio de las hijas o hijos pueda parecer un espacio inalcanzable para cualquier adulto es posible acompañar a su hija o hijo para potenciar las oportunidades que ofrece el Internet, así como disminuir los riesgos en línea.

– Reglas y acuerdos en relación con las pantallas

Establecer límites en los tiempos de uso y lugares. Se mantienen las regulaciones sobre los tiempos de pantalla y los lugares y espacios para conectarse. Evite que pase conectado hasta altas horas de la noche en su celular. Desconectar el wifi para un buen descanso puede ser una regla general para todas y todos los que viven en casa. Recuerde que los acuerdos y límites deben ser evaluados de manera continua. No dude en revisar y ajustar cuando así se requiera.

– Uso de redes sociales

Los padres deben establecer si su hija o hijo puede acceder a ciertas redes sociales y las condiciones en que lo hace. Se recomienda retrasar al máximo su participación allí. Es un momento en que la actividad social ocupa un lugar importante en la vida de los adolescentes y mucha de la socialización actual pasa por estos espacios digitales. Es importante acompañar a través del diálogo sobre lo que allí aparece.

Identifique las condiciones de uso de la red social de la cual su hijo hace parte e identifique de manera conjunta los ajustes de seguridad y acompañamiento.

Es muy importante respetar las edades mínimas establecidas para usar redes sociales y mantener coherencia con estas reglas en casa. Cuando una niña o niño accede a redes sociales antes de la edad mínima recomendada, no solo rompe una regla, sino que también puede perder oportunidades importantes para desarrollar habilidades clave como el autocontrol, la atención, el análisis de información y la tolerancia a la frustración.

Las reglas de los términos y condiciones están diseñadas para protegerlas y protegerlos de posibles riesgos en línea. Respetarlas no sólo los cuida, sino que también les enseña a reconocer límites, entender las consecuencias de sus acciones en Internet y construir una base sólida para usar la tecnología de manera responsable.

– Espacios compartidos y diálogo

Se mantiene la rutina de compartir espacios donde se ven películas, series, videos, canciones de manera conjunta. De igual forma, proponga conversaciones sobre las formas de protegerse en el mundo digital. Pensar que su hija o hijo sabe todo o es un experto por el tiempo que dedica a estar conectado es inadecuado. En ocasiones, existe la idea de que las niñas y niños no necesitan aprender nada nuevo de Internet y que saben más que sus padres. En realidad, las investigaciones muestran que las niñas y niños desean estar acompañados en estos espacios, y mucho de lo que hacen en Internet lo han hecho a partir de la prueba y el error. Muestre interés y preocupación por el mundo digital de su hija o hijo.

Continúe conversando sobre:

– Derecho a la imagen y publicidad
– Información confiable y falsa
– Publicidad

A esta edad puede además introducir temas relacionados con:

– Plagio

Explique a su hija o hijo los principios del uso de la información y los casos en los que puede caer en plagio, especialmente en lo relacionado con el uso de información para hacer tareas y actividades escolares y el uso de Inteligencia Artificial Generativa (como por ejemplo, ChatGTP). En términos muy sencillos, le puede explicar que el plagio es cuando se toman las ideas, palabras o trabajo de otra persona, haciendo ver que es propio, como por ejemplo, copiar la tarea de una compañera o compañero y entregarla como si fuera propia.

Algunas orientaciones para evitar el plagio que puede compartir con su hija o hijo:

1. Escribir con sus propias palabras. Si encuentra algo interesante en Internet, puede intentar explicarlo con sus propias palabras y no copiarlo directamente.

2. Citar fuentes. Al usar información de libros, páginas web, aplicaciones, videos, es importante escribir de dónde salió esa información.

3. Pedir ayuda u orientación: Es posible que su hija o hijo tenga dudas de cómo citar o explicar algo con sus propias palabras o si está haciendo plagio. En ese caso, lo adecuado es pedir ayuda u orientación a su profesora o profesor, madre, padre o cuidador.

Contenidos pornográficos y acoso sexual

Explique a su hija o hijo que en Internet puede existir riesgos relacionados con la pornografía (video y fotos que pueden aparecer en páginas, publicidad, redes sociales) y el acoso sexual. Es importante que estas situaciones se puedan comentar y permita pedir ayuda sin miedo al castigo o al juicio. Por otro lado, un acompañamiento activo puede prevenir que estos riesgos se presenten de manera repetitiva o en mayores proporciones. Para mayor información, puede consultar la sección de Manejo.