A menudo escuchamos en la televisión o en la prensa noticias relacionadas con los riesgos que enfrentan las niñas, niños y adolescentes al estar en contacto con el Internet y demás dispositivos digitales (celulares, tabletas, videojuegos). Sin embargo, es importante reconocer que en los entornos digitales que ellas y ellos frecuentan también hay oportunidades, que como madres, padres y cuidadores podemos potenciar. En este sentido, estudios destacados[1] desde hace más de una década han resaltado la importancia de ver esta relación desde ambos frentes, no solo desde el lugar de los riesgos, sino también desde las oportunidades que ofrece.
Así, el acompañamiento que podamos hacer como adultos estará encaminado a potenciar las oportunidades y disminuir los riesgos en línea.